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YOTEVEO UN TITERE MUY ESPECIAL


Gerardo Scioscia
YOTEVEO UN TITERE MUY ESPECIAL
El viejo titiritero muy lentamente armaba el teatro en la plaza de un pequeño y desconocido pueblo. Ese día estaba muy alegre, porque en la función anunciaría que con su muñeco viajarían a un lejano país, en búsqueda de un remedio que les daría felicidad. Eso saldría de la boca del títere que lo acompañaba desde hace mucho tiempo, y que fuera hecho con una vieja media. Es que tan singular títere nació de modo casual y con el solo propósito de sacarles una sonrisa a los chicos de su barrio, los que siempre estaban tristes al igual que el resto de la población. El motivo de tanta pena era que, desde hacía años, un grupo de hombres mediante engaños se habían adueñado del lugar y mantenían a todos bajo su control. Ese grupo de gobernantes fue de a poco, destruyeron todo lo que servía para que cada lugareño ganara el pan con su esfuerzo y, entonces, los convirtieron en sirvientes.

Habían pasado tantos años esa ocupación, por lo que se habían acostumbrados a esa forma de vida y entonces, se movían como autómatas. Aunque andaban semidesnudos ya nada les preocupaba, porque comían y dormían a la hora que esos despóticos gobernantes lo decían. También los habían convencido que de nada debían preocuparse, porque había quien pensaba y decidía por ello y entonces, solo funcionaba lo que convenía a esos mandones. Les habían quitado la dignidad. Pero el hombre que hoy está por dejar su actividad en manos de su creación, se rebeló desde pequeño a esa forma de vida. Fue por eso, que cuando pudo, escapó de allí dispuesto a estudiar el modo salvar de la tristeza a todo el pueblo, aunque lo haría comenzando por los niños.
Refugiado en una choza alejada del pueblo pensaba y pensaba como lograrlo. ¿Pero cómo? se preguntaba una y otra vez. Luego de varios años una noche sintió una voz que le decía ¨yo te veo preocupado, pero y si me dices que te pasa, seguro podré ayudarte¨. Asombrado miró a su alrededor, pero no había nadie, aunque otra vez esa voz llamó su atención, por lo que entendió que podía hablar sin temor y entonces, conto su idea. Le dijo que desde tiempo atrás pretendía llevarles alegría a los niños de su pueblo y para eso había pensado en hacerlo con un títere, pero no podía, porque no contaba con los materiales necesarios. . ¨Eso no es problema, -le respondió -yo te lo hare con un viejo calcetín mío que te regalaré, luego también le daré poderes mágicos¨ le aseguró la extraña voz. Así fue.
En poco tiempo estuvo todo listo para comenzar la gira y llevar adelante su propósito de que el pueblo vuelva a ser feliz. Las primeras funciones fueron un fracaso. Nadie se acercaba al teatro para ver actuar al muñeco, sin embargo, luego que la extraña voz que se había convertido en su amiga, resolvió ayudarlo, anunciando por el pueblo las funciones las cosa comenzaron a cambiar. ¨Yo te veo triste y quiero darte alegría¨ pregonaba una y otra vez, para luego dar a conocer el lugar del encuentro. En principio, fueron muy pocos los que prestaron atención a esa voz, pero con el correr de las horas, toda la población se lanzó a la calle para ver de dónde provenía, pero nada vieron. Unos decían vino desde el Sur, para otros venía desde el Norte y los más que provenida desde el cielo.
El hecho volvió a repetirse al día siguiente con un nuevo mensaje ¨yo te veo que no eres feliz y quiero cambiar tu estado de ánimo¨ repetía, para finalizar su mensaje dando el lugar de la función. Aunque nadie entendía de lo que se trataba, en ellos se había despertado el interés por ver el anunciado muñeco. La curiosidad era mucha, por lo que estuvieron atentos se lo que sucedería al día siguiente. Por eso, cuando en las primeras horas de la tarde se escuchó ¨yo te veo que me quieres conocer y por eso te invito a presentarse las 17 horas en la plaza del municipio¨. Ese día se pusieron lo mejor para ver a quien los había convocado. Los únicos que no se dieron por enterados, fueron los gobernantes, pensando que eso no podía alterar sus planes por lo que no se opusieron a que se presente en el pueblo. No eran muchos los que se estuvieron esa tarde para conocer a quien los había convocado. Así, descubrieron que se trataba el títere hecho con una media, por lo que festejaron cada ocurrencia de ese muñeco dotado de poderes mágicos, como el mismo decía poseer. Poco después todos los que lo vieron comenzaron a llamarlo ´Yoteveo¨.
Es que en cada presentación, Yoteveo dejaba mensajes de amor, de felicidad y esperanza a su público. Aunque al término de la función, todo volvía a ser como antes para sus espectadores, y eso a Yoteveo le preocupaba de sobremanera. Sin embargo, el viejo calcetín que había cobrado vida propia, en su última función dijo que les anunciaría algo que les abriría la esperanza de ser felices para siempre. Y ese día era justo hoy. Poco antes de las cinco de la tarde la plaza se había colmado de personas ansiosas de verlo y escucharlo. Por eso su aparición fue recibida con algarabía y muchos aplausos. La función duro una hora y en ella, se reiteraron los chistes y bromas festejadas con risas y aplausos por los asistentes.
Apenas terminado el show, la voz que otras veces habían escuchado anunciando la función, sonó en toda la plaza, para avisar que Yoteveo les hablaría a todos. Hubo un silencio y luego el muñeco encaramado en el borde del pequeño teatro dijo ¨Yoteveo a ti, a ti y también a ti con ganas de reír y reír y solo lo haces conmigo y eso quiero remediarlo, porque soy parte de este pueblo aunque no nací en este lugar. Yo estaba olvidado en un cajón, -les recordó- cuando me pusieron en manos de un hombre como ustedes y desde entonces, junto a la voz que han escuchado algunas veces, estamos juntos. Ahora los tres viajaremos a un país lejano porque sabemos de una vacuna que curara todo vuestros males. Nosotros haremos esa parte pero ustedes, deben garantizar que podamos regresar con ellas¨ les dijo Yoteveo y la respuesta no se hizo esperar, por lo que un fuerte si se escuchó en toda la plaza, Ahora dijo retomando la palabra ¨para que no haya equívocos deletreare el nombre de la vacuna que comienza con T de ternura, R de respeto, A amor, B de bienestar, A de admiración, j de justica y termina con la O de orden, ahora bien en dos días regresamos con el remedio a vuestros males, Ustedes deben hacer lo suyo¨. Mientras aún sonaban estas palabras, corrieron a tomar palos, piedras y todo elemento aquello que pudiera servir para desalojar a quienes por años los habían dominados.

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