COSAS INESPERADAS QUE SUCEDEN EN EL TEATRO
En cada función de teatro suele ocurrir cosa fuera de libreto. Algunas pasan detrás de bambalinas, pero de esas, el público jamás dese entera, en cambio otras suceden sobre el escenario y la vista del público como veremos. También hay otras que tienen que ver con el ego de los protagonistas y las pelea por cartelera y quien encabeza los anuncios son una constante.
Una de esas peleas ocurrió en 1973, cuando el desaparecido Alejandro Romay contrato para ¨Escándalos¨ a Nélida Lobato y Zulma Faiad. En esa oportunidad, el productor Romay tuvo que mandar a construir un segundo camarín principal con baño, para que no hubiese diferencias entre ambas vedettes. Pero las cosas no terminaban allí, ya que pronto estalló la pelea por quien encabezaría la cartelera. Esa diferencia fue solucionada por Romay con ingenio; mandó construir un molino en cuyas aspas se encontraban los nombres de ambas y, al girar, ya no se sabía quién estaba primero.
En ocasiones, la utilización del playback puede generar problemas. En efecto cuando Susana Giménez hacia ¨La Mujer del Año¨ utilizo ese recurso, ya que no es una eximia cantante. Una noche y mientras cantaba ¨San Craig, donde estés¨ hubo una baja de tensión y playback comenzó a sonar con distorsión, pero ella siguió moviendo los labios, hasta que se resolvió bajar el telón, para luego recomenzar la obra.
Otro problema, es la aparición sobre el escenario, de animales no contratados, como el caso de los murciélagos. En la década del 90 y mientras en el Luna Park se daba ¨Drácula, El Musical¨ algunos de esos animales caían moribundos sobre el escenario o caros decorados luego de que se electrocutaran con el sistema de luces. En una ocasión, Paola Krum revoleo su capa de ¨Lucy¨ desparramo unos cuantos murciélagos muertos. Otra vez en esa misma obra apareció en escena una rata, generando pánico entre las actrices que vestían lujoso miriñaques.
El musical ¨Jesucristo Superstar¨ tiene numerosas anécdotas, pero en la versión dirigida por Rubén Elena en 1989 quien más sufrió fue el actor Aníbal Silveira que interpretaba a Jesús. Este no solo soportaba con estoicismo los latigazos en serio que le pegaban en cada función, sino que, en una función, cuando aquellos que sostenían la cruz donde estaba crucificado, los traicionaron sus fuerzas. Por esa razón, la cruz comenzó a inclinarse hacia adelante y el actor asustado no tuvo mejor idea que pedir socorro a los gritos.
Pero también el público suele tomar partido en alguna obra. En efecto en ¨Hay que deshacer la Casa¨ la actriz Charo López comenzaba la obra tirada en una cama y mirando al público decía ¨qué sola estoy, qué sola estoy, si alguien me diera una mano¨ por lo que un caballero que estaba en la sala rápidamente le respondió ¨Lo que necesite señora¨.
S.G
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