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EL VUELO DE LA MUERTE


EL VUELO DE LA MUERTE 
Gerardo Scioscia 
El payaso " Pepino" regreso a su camarin, luego de actuar bajo la carpa del circo donde nació y vivió alegrías y tristezas. Frente al espejo iluminado, en silencio, se quitaba el maquillaje y así borraba de su cara la sonrisa pintada horas antes. En su cara lavada volvio el gesto de tristeza. Es que años antes y en ese circo trabajo de trapecista, actividad que abandonó luego de un trágico accidente. Esa fue una noche de horror. 

José y Margarita eran hijos de dos familias de ese mismo circo, por lo que ambos se criaron juntos y en ese mismo ambiente. De pequeños se iniciaron en distintas ptacticas circenses. Margarita era hija menor del dueño del circo, mientras que José, tres años mayor que ella era hijo de un ex domador leones y una ecuyere que ya no actuaba. Aunque la diferencia de edad no les impedia entretenerse con los mismos juegos, el ir de pueblo en pueblo hizo que no asistieran a escuela alguna. De su educación básica se encargo una maestra que formaba parte del elenco artístico de ese circo.
Ambos, de acuerdo a sus posibilidades, siempre colaboraron en el armado y desarmado de la enorme carpa o realizando tareas acorde a sus edades. Asi se fueron adaptando a esa vida nada fácil. Las noches de función y detras de bambalinas ellos dos siempre estaban atentos a lo que pasaba en la arena. En cambio en su tiempo libre, jugaban a las mismas cosas que juegan todos los niños. Sin embargo, en lo que más tiempo empleaban era en su formación como artistas de circo.
Pronto aprendieron a realizar malabares con bolos, a dar saltos y giros en el aire, ademas de otras piruetas. Pero ellos querian ser trapecistas y volar, volar como pajaros. En eso enpeñaron muchas de sus horas de adolescentes. Los juegos de niños, pronto quedaron atrás. Las horas pasadas sobre el trapecio lo habia convertido en hábiles trapecistas y ya dominaban el "trapecio a vuelo" y realizaban el "el petit volat" como nadie.
Es así, como noche tras noche se los veia alla arriba bambolearse casi tocando el techo de la carpa. En las funciones y cuando aparecian en lo alto un silencio expectante los recibia. Luego el murmullo del público en cada pirueta para estallar en aplausos, cuando Margarita volaba por los aires y era atrapada por José, que colgado cabeza abajo la tomaba entre sus manos. Tambien rompian en aplausos cuando, simulando un accidente, se dejaban caer sobre la red de seguridad. Asi noche tras noche.
 Ella con 20 años recien cumplidos y el ya de 23 eran felices. Sus nombres y el numero que realizaban, se nunciaba en la entrada del circo. Lo eran mas aún, luego de confirmar que en breve se unirían en matrimonio. Noche a noche el ritual era el mismo. Aparecian cada cual por su lado y, ya en lo alto, saludaban a su público, que llegaban para verlos en el "petit volat". Allí Margarita volaba desde su trapecio y luego de ser atrapada por su prometido, con un giro que daba en el aire volvia a su lugar entre fuertes aplausos.
Sin embargo, a ese número tantas veces repetido, quisieron darle un toque mas de emoción quitando la red de seguridad en sus presentaciones y lo llamaron "el vuelo de la Muerte". Dispuestos a ello lo anunciaron para la semana previa a su casamiento. Esa noche, se duplicó la cantidad de publico. Ambos comenzaron a realizar distintas piruetas y minutos más tarde un redoble de tambores anunciaba el llamado "Vuelo de la Muerte". Un silencio gano el lugar, luego murmullos y despues gritos de terror al ver que la acrobata nunca llegó a los brazos de su amado y cayó sobre la arena donde yacia inmovil. De esa noche de terror habian pasado más de 25 años y por eso a "Pepino", quitándose el maquillaje el espejo lo vio llorar

Mar del Tuyů 26 de enero 2018

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