Fotografías de Mariel Martingaste y Gabriel Rensonnet

Inauguración de la muestra LILITH, martes 5 de Noviembre a las 19 horas en la Galería Espacio Modos, Nicaragua 5041, CABA 

Fotografías de Mariel Martingaste y Gabriel Rensonnet 

Lilith es un personaje mítico, que según las antiguas escrituras, Biblias en Arameo originales, manuscritos del Mar Muerto, y cientos de leyendas de antiguas civilizaciones, como la babilónica, Asiria o Persa fue creada de barro. “En el principio Dios creó del barro a Adán y Lilith, a su imagen y semejanza; y les dio el soplo de vida. A los recién creados, los ubicó en el Edén. 

 …Pero un día Lilith no quiso ceder a los caprichos sexuales de Adán, que quería usar con ella posiciones y someterla como una animal, ya que la consideraba inferior a él. 

No aceptó sus normas y después de discutir con él, por considerar que tenían los mismos derechos al ser creados iguales, decidió invocar el nombre de Dios. 

Lilith fue el solitario ser humano capaz de articular el impronunciable y verdadero nombre de Dios. 

Él le dio alas, ella se presentó ante Él y le planteó sus inquietudes. Dios la ignoró. En distintas versiones, Dios la expulsó del Paraíso, en otras Lilith se fue y amenazó a Dios con volver en el sueño húmedos de los jóvenes a robarles semen para hacer demonios. 

Desde los albores de la humanidad este personaje fue imbuído de cualidades satánicas y oscuras. Reina de los infiernos, de los demonios, de las hechiceras, de los Incubus y los Sucubus… 

La realidad es que el hombre, y quienes ejercían el poder proyectaban sobre la mujer todo tipo de atribuciones negativas, según parece, por miedo o ignorancia o temor del cambio del Staus Quo. Se considera el caso Lilith como la primera violencia de género, el primer caso de discriminación por no aceptar lo impuesto. 

Perseguida por una civilización oscurantista quizás patriarcal, en muchos casos, matriarcal, pero con mujeres funcionales al Status quo Lilith personifica el Espíritu libre, arquetipo de lo femenino ocultado, ignorado, negado. 

 El género masculino dominante, “el Poder” la encuentra peligrosa en potencia para la estructura socialmente dirigida y erigida por siglos. 

Pero ella regresa siempre, desde lo profundo, en los sueños de los hombres solos como la representación, la efigie del erotismo femenino, de la sexualidad naturalmente desbordante de la mujer que aparece intensamente atractiva, y a la vez, fría y distante. 

Sirenas, amazonas, hetairas, parcas, moiras, valkirias, brujas, sílfides, elfas, dríadas, ondinas, nereidas, sílfides, dríades orixás y muchas otras figuras femeninas se muestran como espíritus femeninos libres, con voluntad férrea de liberarse o nos ser sometida al sistema, en especial a lo masculino. 

Lilith forma parte de los mitos e historias que incluyen estos personajes. 

Nuestro proyecto: Lilith, la presencia de la desconocida…, toma este personaje, esta mujer, y la convierte en un ícono de la rebeldía ante el sistema. 

Le atribuye cualidades personales como Irreverencia, Altivez, Fortaleza, Dignidad, Rebeldía, Trasgresora por naturaleza… Decidimos no mostrar la violencia de género, ya que el mundo está lleno de ejemplos y consecuencias de ella, sino la reacción ante ella y la postura de este personaje ante los opresores, activos y pasivos. Muestra a Lilith como una mujer, con sus conflictos fortalezas y debilidades, su lado oscuro y su lado luminoso, siempre presentes, como un ensayo Artístico, ucrónico sobre la mujer, la violencia de género, y el control del sistema. 

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