ENFERMERA (A todas las enfermeras y enfermeros) Sos enfermera… Un ángel sin alas, Que estás en la tierra Para aliviar el dolor, De tanto ser humano Que sufre llevando, El pesado madero Como lo llevó el Señor. Y aunque el cansancio Agote tus fuerzas, Vos seguís sonriendo Desde tu interior, Y son tus palabras… Y son tus caricias, Para el hermano enfermo Una bendición. Que profesión sublime… Y también riesgosa, Elegiste un día Con el corazón, Por eso yo ruego: Querida enfermera… Que te proteja siempre, Por siempre El Creador. Gabriel Tejo
Esta nota la escribo por variadas razones. Primero porque lo he conocido a Pachi, tuve el gusto de conversar con el en reiteradas oportunidades, porque le hice alguno que otro reportaje para medios gráficos, porque trabajé junto con su ex mujer, la actriz Cristina Rivas, por consiguiente también he conocido aunque brevemente a sus hijas, y porque, como se dice en Lanús, "aca todos se conocen". Partamos que tarde, y por una anécdota familiar, me entero del deceso de este gran actor. Era el cumpleaños de mi abuela, ya cumplió 86 años y Pachi era uno de sus actores más queridos de las telenovelas. De hecho hace unos diez o doce años atrás, le cumplimos el sueño de conocerlo. Para ella fue todo un acontecimiento. Y Pachi, como buen artista que se debe a su público charló largo rato con mi abuela. Mi hermano me dice que viendo la entrega de los Martín Fierro se había enterado de su muerte. Y quedé consternado. Sin dudas. La historia se remonta a finales de los noventa, donde estu
LOS CABALLOS Los caballos argentinos Tan hermosos, Y por la Patria Fueron Héroes Sin trofeos. Que parece mentira Que todavía, Tiren carritos De pobrecitos Como ellos. O terminen tristemente En mataderos, Para exportar Su noble carne Al extranjero. Porque no hay una ley De protección, En mí Tierra Más humana Para ellos. Que se aplique y castigue El maltrato, De estos Amigos Del hombre Verdaderos. Y mis hermanos… Jamás olviden; Que a la Patria La hicieron de a caballo Los Hijos más bravos de su suelo. Gabriel Tejo
“El TAMBOR de TACUARÍ” Suena el tambor, ruge el fusil, Junto a Belgrano hasta morir, Peleando bravo, en desventaja; Doscientos cincuenta, contra dos mil. Pero hay un niño que no se achica Y mete garra en Tacuarí, Tiene doce años, es correntino; Pedrito Ríos para servir. Un claro ejemplo del héroe gaucho Con la bravura del sapukay, Un correntino de pura cepa Como Cabral y San Martín. Pero la muerte golpeó su pecho Con duras balas de algún fusil, Y cayó; Para vivir por siempre El Tamborcito de Tacuarí. Gabriel Tejo
Estación Carlos Regazzoni Por Marcos Brugiati -------------------------------------------------------------------------------- Conocido como el excéntrico escultor ferroviario, o el artista de los pelos locos que sin problema con navaja en mano te invita a toda hora un pedazo de pata de jamón. Dueño de esculturas gigantescas creadas con material en desuso. Madonna y Antonio Banderas compraron parte de su arte valuado en miles y miles de dólares. “Venite a eso de las 21pm que tenemos un rato antes que me filme en vivo el programa de Chiche Gelblung, la dirección es Av. Libertador y Suipacha, no te preocupes que es seguro”. Cuando llegué estaba todo oscuro, no había timbre, ni puerta, ni gente. Algunos letreros indicadores te guiaban al camino de tierra donde monstruosas y gigantes esculturas metálicas al aire libre se te asomaban: Dinosaurios, aviones, caballos, tuercas y latas. Los mosquitos te devoraban. En el interior, un enorme galpón donde se exhibían esculturas que llegaban hasta
ROSA DE LOS VIENTOS Rosa de los Vientos Que el camino marcaste, A tantos sueños locos De algunos navegantes. Con ansias de poder Y de fortunas fáciles, Que acaso conquistarían Con espada y sangre. Rosa de los Vientos Que serviste también, A heroicas travesías Llenas de ideales. De nobles corazones Con fe y coraje, Que cruzaron océanos Para que el mundo cambie. Rosa de los Vientos Que por los siete mares, Fuiste la guía De hombres constantes. Que anclaron en puertos De cinco Continentes, Cumpliendo un destino Que solo Dios lo sabe. Llegando otros al fin… A los hielos polares, Con sus noches largas Y días interminables. Donde reina al norte El oso salvaje… Y en el extremo austral El pingüino elegante. Gabriel Tejo
Cuanto más tiempo pasa de la gran hazaña, el hecho se engrandece y sus dimensiones también lo hacen. El 6 de Abril, pero de 2000, bajo un temporal que azotó Capital Federal y la Provincia de Buenos Aires, 300 personas llegaron hasta el Congreso de la Nación. No iban a hacer una protesta. Tampoco era una procesión. Pero había gente de hasta cincuenta kilometros del denominado "Kilómetro Cero", que solo iba, con invitación oficial en mano para ver el estreno del Primer Largometraje realizado íntegramente en el Partido de Lanús. Por cuestiones de seguridad, el Congreso solo había liberado doscientas entradas. No obstante muchos llevaban a sus familiares y amigos que no llevaban invitacion, y como las reservas se hacían telefonicamente, al poco tiempo se extralimitó esos doscientos, y, debido a la gran tormenta acaecida en Capital y Conurbano, decidieron dejar entrar a todos los que iban llegando. ERASE UNA VEZ Todo comienza en 1998, cuando Gustavo da Silva lanza en la Casa
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