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OFICIAL INGLES DEVUELVE BANDERA TOMADA EN OBLIGADO


OFICIAL INGLES DEVUELVE BANDERA TOMADA EN OBLIGADO 
 Ni las cadenas que atravesaban el río Paraná, colocadas en el recodo conocido como Vuelta de Obligado, como tampoco las cuatro baterías montadas en una de sus orillas lograron impedir el avance de la flota anglo francesa. Sin embargo esos invasores, que pretendían la libre navegación de ese cause de agua interior y sometido a leyes argentinas, el 20 de noviembre de 1845 fueron duramente hostigados por las fuerzas de la confederación, al mano del general Lucio Mansilla. Lograron pasar sí, pero a costa de grandes perdidas de mercaderías que pretendían comerciar a lo largo de ese viaje. 

 Fue una batalle desigual. De este lado puro coraje, del otro, una flota armada con lo más avanzado de esos tiempos. De todos modos se los enfrentó, más allá de las críticas de algunos personajes que tildaba de loco a Juan Manuel de Rosas, por hacerle frente a esas dos potencias. Apenas avistados la veintena de buques artillados, que custodiaban a otros 90 mercantes se rompió el fuego de uno y otro lado. Los artilleros nacionales l divisar al San Martín,- robado a la Confederación –navegando con la bandera francesa- centraron su bronca y su fuego sobre esa nave, causándole graves daños. 
 Desde las baterías se disparó hasta agotar todas las municiones, por lo que los invasores desembarcaron y barrieron toda la zona. En esa acción es tomada la bandera de la Confederación que flameaba en la batería ¨ Manuelita ¨, mandada por el general Juan Bautista Thorne, conocido como ¨ el sordo de Obligado ¨ por las heridas que recibiera mientras comandaba esa posición. 
 Para repeler el ataque de la infantería enemiga, Mansilla ordena cargar a bayoneta, pero al encabezar el ataque cae herido por un golpe de metralla en el estomago, quedando fuera de combate. Un segundo ataque lo realiza el coronel Ramón Rodríguez que busca proteger la retirada de los artilleros de la batería ¨ Manuelita ¨ que continuaban combatiendo pese a las bajas sufridas y ser intimado dos veces a cesar el fuego, desobediencia que la superioridad castigó con algunos días de arresto en el convento de San Lorenzo donde llegó herido y sordo.
 En una carta dirigida al coronel Hilario Lagos, redactada en la estancia de Gómez el 27 de noviembre de 1845 Thorne cuenta que a las cuatro de la tarde cesaron los fuegos de las baterías ¨ Restaurador ¨, General Brown ¨ y ¨ General Mansilla ¨ por falta de municiones y mal estado de las piezas y que continuó sosteniendo todavía el de la batería a su mando ¨ hasta las seis de la tarde, a cuya hora me vi obligado de abandonar por falta de municiones ¨. Silenciados los cañones del valiente Thorne, la batería es tomada por asalto por el capitán Charles Hotman. Dueños del lugar arriaron la bandera que flameaba en la batería, que al rozar contra los cuerpos caídos se mancho con sangre de los defensores de la Soberanía Nacional. Esa bandera, luego es entregada por el mencionada oficial al comandante del vapor ¨ Philomel ¨ donde viaja a Inglaterra y permanece por varios años.
 RECONOCEN LA VALENTIA DE LOS DEFENSORES DEL PARANÁ 
 La enseña que vio morir a los milicianos que defendieron la soberanía nacional paso de las manos del capitán Hotman a las del almirante B.J. Sullivan quien 38 años después que fuera arrancada de manos de los artilleros mandados por Thorne, es regresada a la Argentina por el mencionado Sullivan. La entrega se produjo el día 26 de octubre de 1883 en el Consulado General de la República Argentina de Inglaterra, Irlanda y sus colonias a cargo de Alberto A. de Guerrico. En la nota que acompañaba el almirante ingles destaca la admiración que ese 20 de noviembre de 1845 les generó a los oficiales ingleses que ¨ nos hallábamos más cerca de él por la manera que animaba a sus hombres durante un fuego cruzado bajo el cual esa batería estaba especialmente expuesta ¨.
 ¨ Por más de seis horas se paseó por el parapeto de la batería exponiendo su cuerpo entero sin otra interrupción que de cuando de tiempo en tiempo ponía él mismo la puntería del cañón ¨.
 ¨ Por los prisioneros heridos de su regimiento, supimos después que era el coronel Rodríguez, del Regimiento de Patricios, de Buenos Aires. Cuando todos los artilleros fueron muertos o heridos hizo maniobrar los cañones con soldados de su regimiento de infantería hasta que el combate estuvo terminado, perdiendo 500 muertes y heridos, de 800 que lo componían ¨. El redactor de la nota explica que ¨ Cuando los marineros y soldados ingleses desembarcaron a la tarde y tomaron esa batería, él, con el resto del regimiento solamente, y sin otro concurso de las fuerzas defensoras, mantuvo su posición en retaguardia a pesar del fuego cruzado de todos loa buques por entre los bosques que se hallaban detrás de la batería y fue el último en retirarse ¨.
 Al referirse a la entrega de la bandera, el almirante Sullivan señala que ¨ quiero restituir al coronel Rodríguez, si vive, o si no al Regimiento de Patricios de Buenos Aires si aún existe. La bandera bajo la cual y en la noble defensa de su patria, cayeron tantos de los que en aquella época lo componían ¨.
 Si el coronel Rodríguez ha muerto y si el regimiento no existe ya, yo pediría a cualquiera de los miembros sobrevivientes de su familia que la acepten en recuerdo suyo y de la muy brava conducta de él, de sus oficiales y de sus soldados en Obligado ¨.
En el párrafo final, el oficial ingles destaca el valor de esos combatientes de Obligado señalando finalmente que ¨ Los que nos habíamos batido contra y habíamos presenciado su abnegación y bravura, tuvimos grande y sincero placer al saber que había salido ileso hasta el fin de la acción ¨. Aquí aclaramos que quien resistió hasta último momento, aun arriesgando su vida en todo momento, fue el artillero Thorne, mientras que Ramón Rodríguez salió de los montes con su regimiento, al producirse el desembarco ingles en la batería ¨ Manuelita ¨ cargando con sus bayonetas contra los invasores. Más allá de la confusión del almirante Sullivan en ese punto, el oficial ingles resalta el valor de los defensores del Paraná, al restituir esa bandera manchada con sangre argentina.

 Bibliografía 
 Historia de la Confederación Argentina Adolfo Saldías tomo III. 
Crónicas de Rosas de Ernesto J. Fitte. Buenos Aires 1975. 
Archivo Americano y Espíritu de la Prensa del Mundo. 
 Primera serie 1843-1847 Pedro de Angelis. Ediciones Biblioteca Nacional

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