La dulce mirada de la señora del espectáculo fue mía por un momento, qué más. "Aleandro, soy Norma, tanto tiempo..., sí, la misma chica a la que le temblaban las rodillas de sólo verte en el hall de algún teatro" y que con veintitantos osó mirarte a los ojos. Crecí, pero no lo suficiente para ser grande como vos. Como si el tiempo no hubiera transcurrido... cuánta humildad intacta, soberbia humildad. She de Elvis Costello, definitivamente es tuya, missis Aleandro, sólo tuya.
Norma Beatriz Pérez Lezcano
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