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DEL ALTAR AL MAR COMO TUMBA


Scioscia Gerardo

DEL ALTAR AL MAR COMO TUMBA 

 Si no lo hubiera visto con mis ojos, yo tampoco lo hubiese creido. Un atardecer de hace varios inviernos caminaba por la playa de Mar del Tuyú, cuando a la altura de la avenida Stella Maris vi como una pareja envuelta en espuma, emergía del mar tomados de la mano en esa tarde gelida. La repentina aparición de esas personas obligarón a detener mi marcha y contemplar la escena en su totalidad. En principio pense que era un par de bañistas que aprovechando la soledad del lugar habían decidido darse un chapuzón, pensamiento que pronto descarte, porque era una tarde muy fria. Una vez fuera del agua, ambos buscaron el reparo de un médano para sentarse mientras yo los seguia con mi vista. Recobrado de la sorpresa intente acercarme, pero cuando estaba a menos de veinte pasos, la imagén se esfumó. Preocupado por lo que había presenciado fui y vine varias veces de la orilla al médano en busca de alguna huella sobre la arena, pero nada encontré. 

 

Parado en la orilla del mar que mojaba mis pies, seguia sin entender lo que había visto. Varias veces me pregunté si seria conveniente comentar el hecho del que fuera testigo, o simplemente lo gurdaria para mi. Al lugar volvi varias veces tratando de encontrarme nuevamente con esa visió y entender el misterio que encerraba esas apariciones. Sin embargo nada nuevo pude hallar durante esas visitas al sitio. Solamente me parecio ver en el horizonte unas personas haciendo gestos desesperados, lo que atribuí a mi mente, y a la aparición de esa misteriosa pareja. 

Los intentos de encontrar alguna pista sobre esos fenomeno ocurrido en la playa fueron vanos, por lo que decidí buscar algún dato entre los pobladores. Ninguno pudo responder a mi inquietud. Fue un antiguo vecino que había llegado a la zona para realizar el amojonamiento de los terreno que antes pertenecieran a una antigua familia y que, aquiridos por un inversor, servirian para formar una nueva villa balnearia. Este hombre recordó que allá por el año 1940 mientras recorria la desertica playa encontró lo que le parecio una puerta de un viejo automovil, pero que no le dio demasiada importancia, porque el mar suele arrojar cosas sobre la playa, explicó don Julio Zepal, cuando lo consulte. 

Don Julio habia nacido en General Lavalle y de muchacho aprendio el oficio de albañil y esa fue la razón por la cual lo contrataron para construir los mojones del nuevo loteo. Cuando lo conoci el hombre orillaba los 90 años y continuaba viviendo en la casa que habia construido por ede entonces alejada de la playa, pero no supo darme mas datos sobre lo que yo estaba investigando. 

Ante el riesgo que creyeran que alucinaba no quice indagar a ningun otro poblador. Sin embargo, por esa visión habia quedado tan inpresionado que me prometí tratar de esclarecer ese misterio pero ¿ por donde comenzar?. Trataba de unir la supuesta puerta encontrada por don Julio y la pareja que vi salir del mar, pero yo al menos, no encontraba ningún punto en común y no queria regresar a Buenos Aires con esa incógnita. Eso me llevo pedirle a don Julio que me acompañata hasta el sitio dode años antes habia encontrado esa pieza de automovil. Acordamos hacerlo a la mañana siguiente. Lo pase a buscar con mi automovil temprano y el me fue guiando hasta llegar a la Avenida Stella Maris y el mar. Alli bajamos a la playa y mi acompañante, luego de mirar a un lado y otro, giro a la derecha. Luego de avanzar unos cincuenta metros me dijo "esto esta cambiado, pero es aqui donde encontré esa puerta que ahora recuerdo tenia un parecido a la de los Ford A y, a pesar del oxido que presentaba, le quedaban huellas de su pintura azul", agregó. 

Aunque el lugar era el mismo donde se habian acomodado las dos personas que vi, nada le comente a mi compañero. Entendí que si alguien que conocia la zona desde la década del 40 nada sabia del tema, deberia buscar datos en años anteriores y en algún sitio apropiado. Luego de volverlo a su casa me despedí y yo marche a la mia, ya que hacía demasiado frio por el viento sur que soplaba desde temprano. 

A mi regreso a Buenos Aires, me dedique a investigar en viejos diarios ese tema. En mi cabeza una pregunta no encontraba respuestas y golpeaba como un martillo ¿como pudo haber llegado hasta alli esa pieza de automóvil y que relación habría con la pareja que había visto salir del mar ?. Queria encontrar una respuesta a esas preguntas y tambien saber que habia pasado con el resto del auto, si es que hubiese estado allí. Si en la década del 40 era dificultoso llegar a esas playas, con certeza lo sería mucho antes de ese tiempo, asi que revisaria los periodicos editados antes de 1940. para ello recurrí a la hemeroteca del Archivo General de la Nación, donde con los escasos datos recogidos comence una investigción que me llevó varios meses. En mi primera visita revise ejemplares de La Nación hasta llegar al año 1932 donde encontre una nota que hablaba de la inauguración del camino afirmado que, saliendo de Avellaneda y pasando por La Plata y Magdalena, llegaba a Mar del Plata, un dato muy útil para mi. Se trataba del "Camino a la Costa" que bordeando primero el Rio de La plata y luego el Océano Atlántico llegaba al mencionado balneario. Entonces ya se podia ir y venir por ese camino afirmado, el que luego posibilitaria la creacion de otros centros turisticos. Continue revisando La Nacion y nada encontre sobre el auto. 

En otra visita al Archivo pedí la colección del diario El Mundo. Luego de ver varios números, en un ejemplar del día 15 de diciembre de 1933 pude leer en un recuadro de páginas interiores que "pareja de raidistas buscaran unir Avellaneda con Mar del Plata en uns camioneta Ford A, acondicionada para la travesia. Lo harán circulando por el nuevo camino afirmado y tambíén por la playa para disfrutar de la vista del mar". En otras lineas agregaba que "se trata de una pareja de recién casados y para el viaje prepararon su vehiculo de reparto de hielo para utilizarlo de alojamiento, pues estiman hacer el recorrido en unos tres dias, antes de llegar a Mar del Plata, donde celebraran por primea vez juntos la llegada del nuevo año". Anoté cuidadosamente esos datos en mi libreta de apuntes, devolví el paquete de diarios y me marche. 

Con los datos recogidos fui elaborando algunas hipótesis de lo que al parecer, era el único que conocía el tema. A la sermana siguiente continué la busqueda en otros ejemplares de El Mundo unico medio periódistico que siguió el caso. En los editados en enero y febrero de 1934 nada hallé al respecto, en cambio el ejemplar del siete de marzo señalaba que "Nada se sabe de la pareja que viajaba por el Camino de la Costa a Mar del Plata, donde tenian previsto recibir el año que acaba de comenzar". Por esas pocas lineas entendí que habían desaparecido, pues luego de trascurrido casi tres meses nadie los registraba en el destino previsto por ellos. 

En un ejemplar del 17 de marzo, es decir diez días después, en un texto enmarcado en negro pude leer "La pareja formada por Inocencio Lion y Ethelvina Ciagar que debia llegar a Mar del Plata nunca lo hizo. Entre los familiares crece la angustia por la extaña desaparición de la pareja de recién casados y, que en un viaje de bodas muy particular, tenían previsto llegar a la ciudad balnearia para recibir juntos por primera vez el año nuevo. De acuerdo a sus familiares, el viaje tenía un componente de aventura, dado que además de transitar con su Ford A azul modelo 1929 por el camino afirmado a La Costa, también lo harían por sectores de la playa, sin embargo nunca llegarón a destino y se teme por ellos" . Aunque consulte ademas los diarios Nación y Prensa de esa misma fecha, ningún otro dato encontre sobre el tema. Como suele ocurrir, todo se diluye con el tiempo. 

Luego de leer esas noticias y, con los datos que poseía, traté de reconstruir la historia. Viajaban por la playa en diciembre cuando el calor se adueña del clima y con el mar cercano, ellos se vierón tentados a detenerse y tomar un baño en ese sitio desértico y en cercanias de lo que hoy es una calle de acceso a Mar del Tuyú como es la avenida 58 o Stella Maris, como figura en viejos planos. En eso estaría la pareja cuando un cambio de corriente marina los alejo de la costa y, sin que nadie los pudiera auxiliar, se perdieron en el mar. En cuanto al vehiculo llegué a la coclusión que las sucesivas sudestadas lo fueron destruyendo y tragando el mar, como tragó a sus ocupantes. Una suerte distinta corrió la puerta encontrada, ya que la misma al ser desprendida de la carroceria, fue arrastada hasta un médano quedando enganchada en un tamarindo y donde la encontró Don Luis, que ya no vive. Aunque yo devele el misterio hace un cuarto de siglo, ningún otro dato se agrego a esta historia escrita por entonces. Sin embargo en cada invierno que visito el lugar, que bautice como playa de los ensmorados, continuo viendo a esa pareja saliendo del mar, como agradeciendo el haber hecho conocer lo que les sucedió allá por 1933 y que todos olvidaron.

Comentarios

  1. Impresionante historia y triste. Creo en lo que viste. Gracias por compartirla

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  2. hermoso relato,triste historia la de ellos ,hemoso que alguien busco y se preocupo y ocupo para que llegue a nosotros.gracias

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  3. Una triste y bella historia. Gracias por compartirla. ¡Felicitaciones Gerardo!

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  4. Gerardo tremendo relato, merece ser " la historia " que nos represente a todos los que amamos Mar del Tuyu.

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  5. Excelente historia Gerardo ,merece ser la de Mar del Tuyu.

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