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EL TEATRO INDEPENDIENTE, UNA EXPERIENCIA INTERESANTE


EL TEATRO INDEPENDIENTE, UNA EXPERIENCIA INTERESANTE
Si bien hace tiempo hubo un movimiento teatral independiente, este no logró sobrevivir muchos años. Fue en la época donde florecían los elencos detrás de un propósito; montar obras de autores nacionales., sin embargo por el escaso público que convocaba pronto sus entusiastas buscaron otra salida: hacer obras con más gancho para el público. El mencionado movimiento nació con el Teatro Libre allá por 1925 y se agrupó en torno a los escritores llamados ¨de Boedo¨, es decir los partidarios del arte social, según dice en su libro ¨Historia del Teatro¨ Ernesto Morales.

Tiempo después, a ese movimiento se unieron los siguientes teatros ¨Teatro del Pueblo¨ el ¨Teatro Rodante¨, la ¨Agrupación Juan b. Justo¨, ¨El Teatro Rodante¨, ¨La Máscara¨, ¨La Careta¨, ¨La Nave", ¨Teatro Experimental de Buenos Aires y muchos otros de más o menos importancia y efímera duración. En esos teatros se montaron obras originales y osadas para esos tiempos y algunas de ellas fueron ¨La Muerte es Hermosa y Blanca¨, de Álvaro Yunque; ¨Títeres de Pies Ligeros", de Ezequiel Martínez Estrada; ¨La Noria¨, de Elías Castelnuovo o ¨La Isla Desierta" de Roberto Arlt y ¨La Cama Caliente¨ de Raúl González Tuñón.
Si bien los autores mencionados eran destacados escritores y poetas, a ese movimiento teatral se sumaron muchos jóvenes ya autores, ya actores logrando interpretar discretamente grandes obras del repertorio clásico. Así las obras de Shakespeare, Golden o Moliere salieron a la luz durante ese tiempo. Por su parte directores artísticos como Leónidas Barletta, Ricardo Passano, Enrique Agilda, María Rosa Oliver, Wally Zenner y Emilio Satanowky consagraron a este movimiento su dinamismo y su cultura. Algunos creyeron ver en eso la salvación del teatro argentino, tan menoscabado por autores cómicos puramente comerciales, pero no fue así y el movimiento se diluyó con el tiempo.
El teatro ¨ La Máscara¨ tenía como lema ¨El teatro no es un templo, es un taller¨ pero un taller de nuevos autores y nuevos actores si no está abierto a todas las audacias artísticas e ideológicas, su misión esta desviada y se verán condenados a seguir las huellas del teatro comercial y eso ocurrió finalmente, En su intento por sobrevivir, los teatros independientes dejaron de lado las obras de autores locales, para representar los grandes valores de la dramaturgia universal y eso les quitó agresividad, juventud en resumen y, entonces, comenzaron a desaparecer. En la década del 60 tuve la fortuna de pertenecer a uno de esos teatros que funcionaba en Lanús y denominado Instituto Teatral Independiente dirigido por Dante Urbano y, de ese tiempo, tengo gratos recuerdos.

Sciosciagerardo@gmail.com

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