
otras voces tus ojos
vasco fuego calmo
un desorden custodiando la impronunciable caricia
un murmullo vacío recurvándose
travesía quieta de tu mirada
sencilla holgura encendida
donde me quedaría a vivir
tiempo que sólo es pleno en el instinto
aldea sitiada por la piel
roce que brilla en cualquier poema
y se refracta en el agua del acontecer
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